La construcción de una identidad fuerte

Como dijo el filósofo Levinas “la verdadera Libertad es escaparse de uno mismo”. Tenemos que tener mucho cuidado con el exceso de auto conocimiento y autocontrol que tan de moda está en estos tiempos. Puede llegar a ser muy limitante, incluso represivo. Hay que partir de ese auto conocimiento para romper los esquemas de esa identidad que has asumido y que ha condicionado tu pensamiento, tus acciones, tus emociones…de manera inconsciente y en contra de tu propia personalidad.

Alain Ehrenberg alegó “la depresión es la fatiga de ser uno mismo”.
Apuesta por REDESCUBRIRTE Y RECONOCERTE continuamente. No te encasilles, no obedezcas a esa imagen rígida de lo que tú mismo has creado y creído que DEBES SER. Prueba, experimenta, muévete de ese sitio pero muévete DESDE DENTRO y hazlo sintiendo esos cambios desde una postura no represiva y cargada de ilusión por verte de esa otra forma.

El filósofo español Eugenio Trías destaca que lo importante es salirse fuera del ejercicio del raciocinio y pluralizar para no sufrir demasiado con el tema de la identidad… se trataría de la sustitución de una filosofía humanística por una filosofía carnavalesca.

Es importante no dar tanta importancia y dedicación a cambiar de aspectos superfluos como de casa, de ciudad, de trabajo, de amante, incluso de aspecto físico, pero sufriendo por mantener esa identidad rígida.

Cuantas más mascaras mejor! Las máscaras son esenciales para poder convivir con armonía
¡Participemos de esa fiesta de disfraces!

El filósofo cordobés Jose Carlos Ruiz en su libro “filosofía ante el desánimo” explica la repercusión negativa que el uso abusivo de las pantallas y el mundo virtual están teniendo sobre esas máscaras. Los perfiles de las redes cada vez son más parecidos, políticamente correctos, misma metodología, mismos objetivos.. tenemos que estar muy atentos para no publicar algo que incumpla esos cánones.

A más intimidad menos percepción de la máscara y por lo tanto más relajación, más disfrute, más gozo. Las personas desconfiadas, que viven de cara a la galería, tienen la conciencia de llevarla encima constantemente.

No pueden relajarse ni dejarse llevar. Si a ese peso de la máscara real le sumamos el peso del mundo virtual y del avatar , entonces el deterioro está asegurado, porque duplican las circunstancias reales y virtuales.

Trabájate tu autenticidad para no dejarte llevar por la mirada evaluadora de cualquiera.

¡¡Bienvenido a la fiesta de disfraces pero asegúrate de que el que te pongas sea el que tú decides!!

Estefanía López.